jueves, 19 de julio de 2012


Caudillismo Venezolano


¿Una forma de pluralismo diferenciada o un tipo concreto de feudalismo?


El Feudalismo es sin lugar a dudas uno de los temas históricos más trascendentales y sobre los que se ha producido gran cantidad de bibliografía, quizás sea por esa sensación de retroceso  generalizado de la humanidad; que la mayoría percibe al encontrarse por primera vez con este tema o por lo interesante que resulta el hecho de que haya sido la forma política característica de Europa occidental durante un largo periodo de tiempo.
El feudalismo, como forma política de la Europa Occidental desde caída del Imperio Romano de Occidente y que se mantuvo hasta la formación del Estado Moderno, se puede concebir en palabras de Ganshof como:

Un conjunto de instituciones que crean y rigen obligaciones de obediencia y servicio-principalmente militar- por parte de un hombre libre, llamado vasallo, hacia un hombre libre llamado señor, y obligaciones de protección y sostenimiento por parte del señor respecto al vasallo, dándose en el caso de que la obligación de sostenimiento tuviera la mayoría de las veces como efecto la concesión, por parte del señor al vasallo de un bien llamado feudo. [i]

Ahora bien, lo que hasta ahora se ha dicho podría  hacer pensar a cualquiera que el feudalismo es una cuestión meramente europea, algo a lo que seguramente Von Below añadiría que solo fue una cuestión del mundo romano-germánico. Sin embargo, muchos autores que han escrito sobre este tema creen que no es una cuestión únicamente Europea sino que es un estadio del desarrollo histórico constitucional, por el que ha tenido que pasar alguna vez todo Estado o todo pueblo, [ii]

En base a esa idea que muchos autores comparten, podría pensarse que no es una realidad eminentemente europea y que pudo reproducirse en fechas distintas bajo formas muy diferentes pero que en esencia seguía siendo después de todo Feudalismo, es el caso del Caudillismo venezolano. El caudillismo en Venezuela se caracterizó por muchos rasgos similares al feudalismo de Europa occidental; tales como la jerarquización social, dispersión del poder y otros aspectos.
En lo que respecta a este ensayo, se tiene como propósito establecer que aunque existan similitudes bastante marcadas entre ambos hechos históricos no podríamos si quiera considerar el fenómeno del caudillismo venezolano como una forma atípica de feudalismo, y no es posible mantener tal argumentación porque tales sucesos históricos son profundamente diferentes en cuanto a su origen y naturaleza.  
Para Otto Hintze el feudalismo típico es aquel caracterizado por el predominio de los medios de dominación personal sobre las instituciones, manteniendo una relación de dependencia de hombres libres con hombres libres, profundamente vinculado al patrimonialismo y a la jerarquía eclesiástica con un tipo particular de economía que no siempre fue agraria, aunque este carácter junto con el autárquico marcan gran parte de su desarrollo histórico.
El atípico por su parte es aquel que mantiene estas características pero que  se da en Estados o países extra europeos, pero que el autor solo concibe en Rusia, Japón y el Imperio Islámico.  Hasta ahora podríamos afirmar entonces que no se puede tildar de feudalismo en ninguna de sus formas al fenómeno del caudillismo venezolano, por más similitudes que tenga con aquel. Además es sin duda alguna importante acotar que para Hintze, si falta solo alguna de las características anteriormente mencionadas es imposible hablar de la existencia de feudalismo, y por más parecido que tenga a otro hecho histórico, su origen y naturaleza hacen que sean profundamente distintos.

En lo que respecta al origen, el feudalismo inicia para la mayoría de los autores  (no es el caso de Pirenne quien lo vincula con el proceso de penetración árabe en Europa en el siglo VII) con la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, cuando distintas tribus bárbaras germánicas intentan reproducir la realidad romana y se produce lo que  Otto Hintze denomina Encadenamiento Histórico Universal, que es en resumen las aspiraciones de una cultura con un escaso nivel de desarrollo de ponerse a la par con otra más avanzada, con ambiciones imperialistas que terminan produciendo una realidad totalmente distinta a la originaria.
A diferencia del feudalismo, el Caudillismo venezolano es una forma de pluralismo político, un proceso de toma de decisiones de una sociedad dada en el que concurren diversos grupos sociales y donde el interés personal es en gran medida protagónico. [iii]  Este fenómeno surge durante el proceso de independencia y se mantiene durante gran parte de la historia de Venezuela. Es una forma de Personalismo Político, lo que Graciela Soriano de García-Pelayo entiende como:  “…el ejercicio personal del poder, bien como expresión de la pura voluntad de dominio únicamente sujeta a su propio arbitro, correlativo a la debilidad institucional y/o al escaso arraigo de la norma,...” [iv] 
Sobre su naturaleza, el feudalismo es un proceso político constitucional en el que se sustraen súbditos del imperio y se colocan bajo la mediatización, -como expone Hintze-de autoridades privadas. La división del poder estatal se da entre el rey y estas autoridades (señores feudales) y se basa en su objeto: la tierra y las personas. Los hombres libres se hacían vasallos de señores en búsqueda de manutención de estos y por la profunda inseguridad característica de la época, a través de la encomendación y más adelante ya naciendo en situación de vasallaje. La característica de intransitividad en cuanto a lo que se conoce como pirámide feudal, es uno de los muchos rasgos que comparte con el fenómeno del caudillismo en Venezuela. Sin embargo, por características que ambos compartan, seria un grave error confundirse en una misma cosa.

Sobre la naturaleza del  Caudillismo en Venezuela, Diego Urbaneja [v] ,  argumenta que el orden social resulta de la integración de distintas parcelas de orden social logradas fácticamente  por cada uno de los caudillos en la zona en la que se ejerce el poder y produce el orden nacional. Cosa distinta al feudalismo, que es un primer estadio del Estado moderno, según Hintze. El caudillo se cree que es un sujeto que esta capacitado formalmente para tomar decisiones en una unidad territorial dada (que en tiempo y lugar determinado toma la forma de Estado Nacional). En el caudillismo no existe un pacto o contrato sinalagmático, sino que se logra obediencia porque se cree que el Caudillo mayor es quien dispone de las fuerzas económicas y humanas como para establecer el orden.
Hasta ahora la naturaleza y el origen tanto del feudalismo como el caudillismo, aunque diferenciales no nos han proporcionado una gran distinción, por lo menos no una que sustente la tesis de que el caudillismo no representa una forma típica o atípica de feudalismo, entonces ¿Cómo podríamos establecer esta diferenciación más allá de su origen y naturaleza, que aunque distintos se hacen tan semejantes?  Pues es precisamente el saber diferenciar entre una forma política y una forma de gobierno lo que aclararía esta situación. El Feudalismo es una forma política típica de la Edad Media; es decir, explicaba la manera como se organizaba social y políticamente la sociedad en ese momento histórico determinado. El Estado es otra forma política distinta, y es en ella donde se desarrolla durante el siglo XIX en Venezuela una forma de gobierno denominada Caudillismo, que explica como en un ese contexto histórico se ejercía el poder de una manera determinada. Entonces lo que nos permite afirmar que el caudillismo no es una forma de feudalismo recae no solo en su origen y naturaleza sino en gran medida en que es una forma de gobierno dentro de una forma política denominada Estado, muy distinta al Feudo.







[i] François-Louis Ganshof, El Feudalismo, Barcelona 1963, EDICIONES ARIEL S.A.
[ii] Otto Hintze, Historia de las Formas Políticas, MADRID 1968, EDITORIAL REVISTA DE OCCIDENTE, S.A.

[iii]Urbaneja, Diego, Caudillismo y Pluralismo en el siglo XIX en Venezuela, Caracas 1975, POLITEIA N° 7.
[iv]Soriano Graciela, El personalismo político hispanoamericano del siglo XIX, Caracas 1995, POLITEIA N° 18.


[v]Urbaneja, Diego, Caudillismo y Pluralismo en el siglo XIX en Venezuela, Caracas 1975, POLITEIA N° 7.